Fíjate que en las últimas semanas me he sentido desorientada, un tanto perdida y otro tanto fatigada. El trabajo ha estado muy pesado, eso de la guisada, la paseada de los perros, pagar el agua cada mes con la la tarjeta previamente cargada, hacer el mercado y recoger la tintorería parece sencillo y fácil. Ahora con mas años la vida pesa y sabes que la adaptación de los nuevos chochos que me recetó el cardiólogo toman su tiempo en acostumbrar al cuerpo a nuevas drogas , algunas caen de peso y otras dan nauseas y sueño, y son sin embargo necesarias porque tenemos que ser fieles a nuestros estilos de vida, llenitos de detalles, actividades multitasks tecnológicamente complejas, Amén de sortear mi tiempo para atender mi directorio de pacientes, atender mis clases dos veces por semana, si de hecho estoy penando en darme de de baja de una de ellas incluso siento que estoy perdiendo capacidad de concentración y memoria porque simplemente no me da la vida. Por otro lado estoy mas sensible que nunca porque al acompañar en las etapas del duelo la pura empatía te hace revivir de alguna manera algún duelo tuyo del pasado pero sabes y te lo he repetido muchas veces, hay pacientes tan especiales con los cuales desarrollas vínculos y los sientes como parte de tu familia, tanto o más que impostergablemente vuelves a vivir un duelo el cual si en el pasado te rompió en mil pedazos hoy solo te causa nostalgia, ese valsecito azúl que te hace voltear al cielo y pronunciar con con todo tu corazón cuánto extrañas ese momento cuando estaba en tu vida al que solo se adelanto. Yo solo quiero que me escuches, me abraces, me mires y si no entiendes mi dolor o angustia solo que creas en mi y vuélveme a abrazar sin decir nada mas.
Esposo: chin se me olvidó ponerle cebolla a mi hot dog!!